12.12.08

Cómo superar el síndrome bip-bip

Me estoy empezando a enfadar... pero, de verdad. Hace unos días, no me importaba. Hoy sí y mucho. No puedo pensar bien de mi teléfono móvil: antes me decepcionaba por momentos, ahora casi siempre. Y es que en dos días he pasado de la ilusión desbordante cuando se agita con un bib-bip al recibir un SMS, a la desconfianza más absoluta sobre qué va a ser lo próximo en aparecer en la pantalla.
A primera hora de la mañana, entre el desayuno galopante y la lectura de prensa, 2 bip bip. Y yo pensando y diezsegundos... antes de "abrir el sobre". Seguro que es Petra, que al final quedamos a las 7 en lugar de a las 6. Y el segundo bip bip, mi hermano: "Oye Ana, cómprame lotería. Te paso el dinero a tu cuenta. Gracias. Tq. David". Pues no, ni una cosa ni la otra. Ni Petra se va a retrasar ni mi hermano ha vuelto a insistirme con lo de la lotería. El primero era Midas, que me vendía unos neumáticos nuevos. El segundo, la Comunidad de Madrid, ofertándome una vivienda de protección por 389 euros al mes. Y yo pensando sin pensar, es decir, bloqueada y desconcertada.
¿Cómo sabe Midas que tengo coche y que tiene una rueda un poco floja? Y mejor todavía, ¿cómo sabe esta cadena de talleres que me voy de vacaciones 'ya'? Dice el SMS: "Este invierno, vayas donde vayas..." Y la Comunidad de Madrid, otro cantar. No es que quiera un piso... pero ¿cómo sabe que no tengo un euro y que hoy mismo lo he pensado? Aunque lo que buscaba era un garaje de protección oficial: ojala los inventen.
En fin, que he roto mi relación cordial-afectuosa incluso entrañable con mi aparatejo. Me voy a ir de vacaciones y escribiré como la antigua usanza... boli Bic, folio A4, sobre y sello con la estampa de SSMM El Rey u otro personaje que se haya colado en el cuadro.
Y el aparatejo, en la mesita de noche o en el bolso o encima del libro que voy a leer... pero nunca, nunca más, me va a volver a sorprender mirándole a los ojos, esperando ese SMS que menganito me va a escribir y que yo espero. A mi el móvil me ha hecho pensar sin pensar, es decir, me ha hecho padecer el síndrome del bip-bip. Y, ¿a ti? ¿Qué piensas?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el telefono movil!!si señor!!!diez segundos..y pienso...no me imagino la vida sin el.Desde pequeños casi hemos venido con un movil debajo del brazo y mas hoy en dia.Hemos pasado de mandar a nuestros amigos en verano una carta o una postal de varias paginas donde redactabamos las aventuras de todo un verano.Ahora un ridiculo mensaje de que tal te va o una llamada por la ultima oferta de una compañia telefoinica.¿esto es amistad cariño...?diez segundos...te invito a mi blog ya sabes solo diez segundos.

Anónimo dijo...

Entraré en tu blog. Gracias por pensar diezsegundos. Por cierto, dime tu nombre!! Que lo de un "pocodeselva" es muy largo ;)