6.2.09

Un poco de 'red carpet', por favor

Brad Pitt es Benjamin Button. Un hombre que nace viejo y rejuvece con los años. El curioso personaje que interpreta en el film de David Fincher ha despertado el interés de Oscar, uy perdón, de los Oscar. Es candidato a la estatuilla esbelta, dorada, apelmazada. Esto sucede ahora, en pleno inicio del siglo XXI; en 1921, el escritor americano Francis Scott Fitzgerald dibujó el relato. Y aquí terminaría el post pero no, este año no consiento pensar diezsegundos en los Oscar como desde fuera, como si 'casi nada' tuviera que ver con la spanish people. Entiendo que hemos ganado algún Oscar pero quiero otro, pido otro, exijo otro... pienso otro. Y es este mismo, el de Brad Pitt.
'Cuatro corazones con freno y marcha atrás', obra teatral de Enrique Jardiel Poncela. 1936. Y va de esto: un par de mortales se tragan una pócima y acaban rejuveneciendo 'poquet a poquet'. El que era viejo ahora es un niño. La que era niña, no ha nacido. El humor absurdo de Jardiel consigue armar el lío, cautivar al público, lector, espectador, observador. No sé qué pensaría de todo esto el dramaturgo español. No sé qué pensaría Francis ni qué piensa Brad. Eso sí, pienso diezsegundos y descubro que la gente que se ha reído, se sigue riendo y se reirá con las tramas críticas de Jardiel, quiere un poco de Oscar, o un poco de aplauso yankinizado, o un poco de 'red carpet'.

4.2.09

¿Necesita Roger un psicólogo?

Estoy compungida... digo, enfada; digo, apenada; digo, confundida.
En fin, olvidando mi estado psicológico-psiquiátrico-interno, pienso diezsegundos y recuerdo el de Roger Federer hace dos días. Llanto. Emoción. Por fracaso, por impotencia, por cansancio... porque rozó de lejos un récord pensable antes del quinto set. Impensable después.
Y entonces leo: "Psicólogos deportivos advierten de que el ex número uno debería ponerse ya en manos de especialistas y trabajar mentalmente para superar sus miedos". Toma castaña. Lo vuelvo a leer y diezsegundos después me entra miedo. Y es que dicen que ahora existe el psicólogo del deporte: que te diagnostica el llanto por abatimiento, tristeza profunda, rabia u otra cosa parecida cuando pierdes un partido. Y también esta nueva psicología permite descubrir que el problema no es Nadal, es el propio Federer.
A esta bajura de las líneas, pensando diezsegundos, ya estoy abatida, cansada, sumergida en un absurdo sinsentido. Rafa Nadal desconcierta, supera con creces las expectativas, apabulla al contrincante... No es que sea el causante del llanto, el responsable de la lágrima federiana. Pero es un aliciente o contraliciente.
Cuando quieres algo, lo batallas, te preparas... y llegada la hora de la prueba, todo se silencia. Es importante para ti, muy importante. Y si lo consigues, el cuerpo, los ojos, el alma, las uñas, saltan de alegría. Si algo te lo impide, seas tú mismo, el de enfrente, la suerte, o el destino, las uñas, los ojos, el alma y el cuerpo, se resignan. Y hay llanto. Y punto.
¿Quién necesita un psicólogo? ¿Roger? Federer necesita una cerveza y dos días de hamaca y bestseller. Y punto. Ha perdido. Y eso duele. Y eso provoca llanto. Aunque el triunfo también.
Y qué gracia. Al final el que cae, puede recoger su insignia, su mérito, su triunfito. Esto último me ha venido a la cabeza al leer y diezsegundear lo siguiente: "Nadal pide el Premio Príncipe de Asturias para Roger Federer". Sin palabras. Y sin más segundos.

2.2.09

Y el llanto es para... Roger Federer

Sí. Ayer fueron los Goya. Lo sé. Dicen, la antesala de los Oscars. También lo sé. Y hoy estoy especialmente contenta. Me gusta el cine: sí. Pero un poco más, el tenis. En esto, que cüasi toda España estaba viendo la Gala. Y Nerea Camacho, mejor actriz revelación por 'Camino', lagrimeó al abrazar la estatuilla. Emoción desmedida. Su película recogió un total de 6 Goyas. Las críticas de estos meses no apuntaban tal éxito. Boom informativo.
Historia paralela en la pista central del Open de Australia. Rafa Nadal se corona. Levanta el Grand Slam. Es el primer español en hacerlo. Durante estas semanas, ningún periodiquero apostaba por él: "perderá en cuartos, no pasará de octavos..." La destreza del balear tambalea las portadas de la prensa y los ojos de Roger Federer. El suizo, como Nerea, también llora. Otro boom informativo.
Y esta mañana de lunes, lluviosa, gris, fría, el 'llanto' ha sido para... Roger Federer. Las Seis estatuillas de 'Camino' prometían portadas de prensa engoyadas. Pero nadie se ha podido resistir. Nadal y Federer, los mejores tenistas del mundo, han vencido. Hoy nadie habla de la alfombra del cine... Hoy el café de máquina va con tenis: con el revés de Nadal, con el estilo prodigioso del suizo, con el abrazo de amistad que ofrecieron al mundo... Hoy el cine, no gusta tanto.