9.12.08

Gran Terapia de des-consumismo


"El otro día empecé la reunión de ventas con un paquete de pañuelos encima de la mesa, y les dije a mis comerciales: '5 minutos para llorar y luego empezamos. Estamos aquí para vender ilusión", recordaba hace un par de días un director comercial de una empresa de electrónica. La Federación de Usuarios y Consumidores ha pronosticado cuánto nos va a costar a cada ciudadano de a pie los regalitos, la lotería, las cenas, las copas, copitas y copones en las fiestas navideñas: unos 814 euros. Dicen que es poco y, por eso, los vendedores de iPhones, WifFi's, cámaras más grandes y más pequeñas, están nerviosos. Y se suenan los mocos: resultado del sofoco que provoca el fracaso, la impotencia y el des-consumismo de los españoles.
Toda esta sucesión de palabrejas me ha hecho pensar y diezsegundos y en muchas cosas. Al principio, agarrotada por el frío, medio acatarrada por los vientos huracanados del día de hoy, he pensado: "siempre hay que tener un paquete de pañuelos encima de la mesa, ¡qué hombre más agudo!" Ya después de entrar en el calor artificial que produce las paredes de mi trabajo, he pensado: "¡qué poco astuto es este hombre!" Pensando diezsegundos y aconsejada por mi imaginación, yo hubiera puesto encima de la mesa confetti y hubiera exclamado: "por fin, los españoles vamos a gastar menos porque no tenemos más... pero al fin y al cabo, gastar menos y disfrutar más". Digo disfrutar más porque el estrés de estar activando y desactivando los chismes electrónicos, reformándolos, maquillándolos para que parezcan tan nuevos como el recién estrenado por el vecino progre... no compensa. El año pasado, el día 31 de diciembre, pensé diezsegundos. Y me fui con unas colegas a pasar al día a la nieve sin esquís, accesorios y chaquetón ultramoderno... Sólo tres bolsas de basura gris oscuro que simulaban tres trineos. Y en una cuesta de la sierra, unas se tiraban y otras se reían. Y viceversa. Lo que parecía absurdo-ridículo-pedante, se convirtió en una gran terapia de des-consumismo fascinante. Un grupo de familias venezolanas hacían lo mismo o parecido, en otro rincón de la sierra.
Pues bien, pensando diezsegundos, no creo que nos venga mal esto que los expertos, jubilados, niños de 3 años y medio y madres muy madres llaman "crisis". Terapia des-consumismo: gastar menos=disfrutar más. ¿Tú qué piensas?

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