23.4.09

Los reveses del talento

¿Qué hay detrás de Susan Boyle?


El éxito es impredecible. O así lo ha demostrado Susan Boyle. Una escocesa de 47 años, desempleada, que vive con su gato 'Peebles' y a la que nunca han besado. Estos parámetros, junto a su magnífica voz, la han encumbrado sobre Barack Obama. Es más popular que el idolatrado presidente de Estados Unidos en Youtube: ha recibido más de 100 millones de visitas, mientras que la ceremonia de investidura de Obama el pasado mes de enero recibió 18,5 millones. Según el diario The Sun: "Casi cinco veces más popular que Obama".

En fin, lo que decía, un éxito impredecible. Si nos paramos a pensar, diezsegundos, es fácil diagnosticar el caso. Nadie apostaba por Boyle cuando se subió al escenario del programa 'Britain's got talent' (versión inglesa del 'Tú sí que vales' español). Quizás los de su pueblo, Blackburn, una pequeña localidad próxima a Edimburgo, sí: porque han sido público de Susan en el karaoke local. Pero el resto de ciudadanos del mundo, no. A no ser que alguien, ajeno a la comunidad blackburnense, estuviera de paso, se sentara en la barra y, sin ton ni son, se encontrara con el estreno de una nueva canción de Boyle.

Perplejos antes de arrancar 'I dreamed a dream' del musical de 'Los Miserables'. Y perplejos, después. Lo mismo que hizo a los jueces, habitantes del show y telespectadores (11,3 millones) sospechar de su talante y talento, les provocó la emoción del aplauso incontrolado después. Impredecible porque no se esperaba.
Y ahora vienen los expertos, los cazatalentos o como bien quieran llamarse y le ofrecen un contrato de 779.700 euros por perder su virginidad frente a las cámaras. El gesto es, de nuevo, impredecible... Aunque visto la crisis, obvio. Se trata de la imprudencia frívola y demente de quien quiere pan para comer a expensas de un éxito que no es suyo y de un éxito inexistente: esa voz que arrastró a 100 millones de personas, para ellos ha muerto.

Diezsegundos después -del enfado y del análisis-, me consuela pensar que una moneda tiene dos caras. Y que el éxito fue también impredecible para Susan Boyle y los habitantes de Blackburn. Mucho más sensato, elocuente y grato. ¡Susan, enhorabuena desde diezsegundos!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acertado. A Susan Boyle se le tiene que reconocer su arte... mientras que Obama nunca va a tener problemas: le vean más o menos, es el personaje más mediático del momento.