23.3.09

Un consejo: Nunca ayunes "tenis"

Rafa Nadal conquista Indian Wells 6-1 6-2

Ayer estuve pensando, entre pocas cosas, qué haría Rafa en el Indian Wells, Masters Series de California. Pero no podía ver la final -esta vez con Andy Murray-. Así que decidí apensar en el partido. Es decir, dedicarle 0 segundos. Todo fue forzado, claro. Y paseando por Concha Espina, más de 20 autobuses anclados en medio de la calle me miraban diciendo: Hoy hay fútbol. Y yo, gallardamente, les respondía: Sí, pero también tenis.
Al cruzar la calle, una valla publicitaria anunciaba el Master de Madrid con una imagen de Nadal. Y otra vez, sin pensar, se me vino a la cabeza. Cuando creía haberlo superado, un abuelete jugaba con su nieto... El pequeño se escapó de su área de control y con garrote alzado en mano el anciano exclamó: ¡Vamos Rafa, nos espera mamá!
"Vamos Rafa". El mismo aullido que en Indian Wells, horas después, alzaría la afición del maraconí para que el francés -cuarto del mundo- recordase revés sí, derecha también que Nadal es imbatible. 80 minutos después, un trofeo más. Masters Series número 13, a uno de Federer.
El viento californiano
despeinaba melenas, desviaba bolas y rompía juegos. Y arrastró bolsas de pipas vacías, panfletos, abanicos... y el ánimo de Murray, su estilo, su coraje... Y Nadal inmune. Su concentración, inmune.
Diezsegundos después de imaginarme todo lo que el viento se llevó, aplaudo a Rafa, capaz de mantenerse contra viento y marea. No se arredra ante nada ni nadie.

No sé si a ti, pensándolo diezsegundos, te pasa lo mismo: pase lo que pase, en pie. O bien, andas un poco andyniano, que sopla un poco el viento y descubres que eres de paja... y el desparrame es brutal. Sigo pensándolo y decido no forzarme nunca más a ayunar tenis: gestas como estas no son "cambiables"... El Real Madrid ganó ayer 3-0 contra el Almería: ya lo intuían los férreos autobuses cuando nos cruzamos las miradas. Concha Espina vivió su tarde de gloria. Pero no hubieron vientos, ni mareas... Y el aficionado, con bufanda y cervecita fresca, se fue a casa cabizbajeando: otra vez tocó ayunar.

No hay comentarios: