26.3.09

Suelo impermeable

La Comunidad de Madrid estrena una ordenanza de limpieza vanguardista

Dicen que cuanto más pegada al suelo estás, más realista eres. Y más absurdeces ves. Sin querer, las ves. Y sin querer, te indigna encontrarte con ellas.
El otro día, me encontré con una, descomunal. No quise ni saludarle. Dejé que acampara a sus anchas en la estantería. Era un recorte de periódico. No, no me refiero a que la prensa sea absurda. Ella, no. Ahora, a veces, las historias, sí. Lo son y mucho.
Ha entrado en vigor en la Comunidad de Madrid la nueva ordenanza de limpieza urbana y recogida de residuos. Es vanguardista. Y abstracta. Y a-española. No digo que limpiar no esté bien... pero convertir a los ciudadanos en limpiadores forzados es cómico, es propio de una ficción de los años 80 o de una broma absurda de Gila.

Tirar un papel al suelo: de 60 a 750 euros. No separar correctamente la basura: hasta 750. Arrojar cáscaras de pipas: de 60 a 750. Rebuscar en la basura: de 60 a 750. Regar las plantas, mojando la calle: de 60 a 750. No recoger una caca de perro: de 90 a 1.500. Orinar en un árbol -ya sea un hombre, mujer o perro-: de 90 a 1.500.

Esto es lo que hay. A Michael Corleone le escuché susurrar en El Padrino: "Si no puedes con tu enemigo, únete a él". Y yo, con su permiso, añadiría: "Y cóbrale". Es la nueva forma de impartir la educación cívica. Mientras que en las aulas se reparte a pincelazos una asignatura un tanto forzada ideológicamente hablando; en la calle, sobre el suelo, a ras del suelo, se distribuye la teoría del absurdo. Estamos hablando con personas y libres. No vacas, ni moscas -con el respeto debido-.

Si quieres sentarte en un banco, comerte un bocadillo, compartir con la paloma que te vacila el último pico de pan... olvídate. Serían un par de euros por ensuciar el suelo y otros tantos por alimentar al pajarillo.
Ruego para evitar catástrofes -y más en tiempos de crisis- a los interesados en construir un mundo de ficción, consigan que las bolsas de pipas incorporen bolsa transparente para cáscaras y que el suelo de las zonas ajardinadas, sea impermeable. Diezsegundos después vuelvo a recordar "cuanto más pegada al suelo"... y me da por reírme: a ver si acaban sancionando mis pies, por pisar tierra firme.

2 comentarios:

Anjira dijo...

Totalmente de acuerdo!
Estamos llegando al extremo de que respirar será una forma de contaminación, y nos podrán cobrar por bostezar demasiado fuerte o cualquier tontería así.
En fin, pasaba por aquí y me entretuve un rato con tus escritos.
:) Un besazo

anagil dijo...

Es impresionante, verdad? Anjira, de dónde eres? La verdad es que en Madrid, con esto de los Juegos Olímpicos, estamos sufriendo todo tipo de rigideces...

Un saludo y gracias por pasar por diezsegundos