
Yo hoy me había propuesto no escatimar esfuerzos en el blog. Pensar
diezsegundos cada cosa. Escurrir el coco:
Nadal vs Verdasco, Gaza, Cuba & Rusia, los nuevos planes de Obama... Temas, "
haylos". Pero por más que intento retraerme lo primero que pienso es
"Fitur": Feria Internacional de Turismo. En Madrid. Dicen que es como pasear por el mundo sin moverte de una
macroinstalación. Ves,
hueles, comes, miras, analizas... como un chino, un ruso, un turco, un eslovaco y un
puchero. Sí. Puchero (
def. dícese de la persona nativa de
El Puig, localidad de Valencia). Mi pueblo está incrustado como un paraíso terrenal más, entre
caribes,
europeicidades, trópicos,
exotismos... Ese que siempre había pasado desapercibido. Dos semáforos, 1 quiosco y medio, 2 estancos, 7 restaurantes. 2 bares de copas, 5 tiendas de ropa, 1 supermercado, 4 rotondas, 2 hoteles y poco más. Pues ahora, grata es mi sorpresa: es un pueblo
VIP.
Cuanto menos te los esperas,
lo que menos te esperas, empieza a brillar. Este es un caso. Y hay otros muchos. La cuestión es
creérselo. Creer en la plaza prehistórica de tu pueblo, en el árbol centenario, en la playa levantina.. Creer. Y así... llegarán los chinos y empezarán a
flashear un segundo sí y otro también ese nuevo legado.
¿Que quieres ser estrella? Pues
aplícate el método puchero. Un pueblo poca cosa, con pocas cosas pero que cree poder deslumbrar al viandante que,
apesumbrado por la crisis, pulula por
Fitur con su familia. A cambio: este año, en agosto se quedarán en casa.
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