8.1.09

Cimas: las hay a montones

Estoy contenta. No es que lo esté ahora y antes no... o sea la primera vez que lo experimente. Nada de eso y nada nuevo. Son cosas de Nadal. Que ha empezado este año con mejor pie -tras superar su lesión de rodilla- y eso me ha desconcertado. No creía posible que alguien ya "superado" vuelva a querer hacerlo. Y es que cuando se toca la cima, para qué seguir subiendo.
Diezsegundos después de pensar lo pensado, los gestos de Nadal me han vuelto a sorprender. La cima es una cuestión personal, no física. Es decir, subo hasta dónde quiera y pueda... hasta dónde crea que merece la pena. Y eso, siempre, siempre, siempre. Incluso ese último segundo de vida, en el que dicen que se recuerda en imágenes fugaces todo lo vivido, se puede subir más.

Rafa me sorprende. Ha vuelto: con rodilla de acero, pantalón más corto y polo clásico. Y está aplastando a sus contrincantes en el estreno de temporada de la ATP en el torneo de Doha, en Qatar... cuando parecía que ya todo estaba 'superado'. Diezsegundos después, le aplaudo... diezsegundos después, me dan ganas de hacer lo mismo.

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